La rana y el buey

En un prado se encontraba un buey que pacía tranquilamente, justo por ahí pasaba una rana que lo vio y pensó para sí misma que si podría llegar a ser tan grande como un buey si llenaba de aire su pellejo arrugado.

Entonces la rana para parecerse a el buey comenzó a hincharse, cuando termino se miró y le pregunto a sus hijos si ya era tan grande como el buey sus hijos le respondieron que no, entonces la rana siguió hinchándose de aire, y les volvió a preguntar a sus hijos creyendo que ya era tan grande como un buey pero sus hijos le volvieron a repetir nuevamente que no, la rana empeñada en ser tan grande como el buey hizo un último intento se hincho e hincho que finalmente acabo explotando de tanto aire.

Moraleja de: la rana y el buey

La moraleja de esta fábula de Esopo nos recuerda que no debemos pretender ser lo que no somos

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