Una zorra buscaba a un maestro para que le enseñe las técnicas de caza a su pequeño hijo, y para ello visito a un lobo para que le enseñase a casar. El lobo no tuvo problemas en aceptar al pequeño zorro como su alumno, así que la madre se volvió tranquila a su cueva.
El lobo para comenzar a enseñar a su alumno, lo llevo a unos corrales de ovejas para robar una de ellas, pero la mala suerte no estaba de su lado, los perros, sintieron al lobo y al pequeño zorro, y no tuvieron más alternativa que salir huyendo.
Cansado el lobo, subió a un cerro con su discípulo y le dijo – hemos tenido mala suerte y estoy cansado, así que vas a vigilar desde aquí si las ovejas o cualquier otro rebaño salen a pastar, cuando salieren me despiertas, para ver si podemos cazar alguna.
El pequeño zorro, se quedó vigilando desde lo alto del cerro, y cuando vio a unas vacas, hablo al lobo para avisarle, el cuál respondió – ¿Qué quieres? Dijo el lobo, el pequeño zorro respondió – ahí abajo hay unas vacas – déjalas dijo el lobo, son muy peligrosas, además los pastores son muy fuertes, y los perros son grandes y tienen pinta de ser muy bravos, si las atacamos nos van a perseguir y nos van a matar. Después de decir esto se dio la vuelta y siguió durmiendo.
El discípulo siguió vigilando desde la cima y después de un rato vio a unas yeguas y le hablo nuevamente al lobo.
Señor, ahí abajo en el prado hay un grupo de yeguas – oyendo esto el lobo – se levantó y bajo con mucha cautela donde estaban las yeguas – agarro por las narices una de las más gordas y la ahogo – luego se la devoraron.
El pequeño discípulo creyendo que ya estaba preparado para cazar por su cuenta, le dijo a su maestro – señor, ya se lo suficiente para buscarme la vida, así que quiero licenciarme para irme de aquí y volver con mi madre.
El lobo le respondió – sinceramente no quiero que te vayas, ya que todavía te falta por aprender – ya se lo bastante – dijo el discípulo. Viendo el lobo que el pequeño alumno quería irse le dijo – vete entonces, pero te lo vuelvo a repetir, todavía no estás preparado del todo, para salir a cazar por tu cuenta.
El pequeño zorro volvió con su madre para decirle que ya estaba preparado para salir de caza; cuando la zorra vio a su hijo le pregunto qué ¿Por qué, se había vuelto tan pronto?, el hijo le respondió que ya estaba instruido en el arte de la caza y que se lo iba a demostrar con hechos y para ello se llevó a su madre a un establo donde estaban unas ovejas, pero no pudieron llevarse ninguna porque los perros que las vigilaban se dieron cuenta de la presencia de ellos y los hicieron huir.
Luego el hijo llevo a la madre a la cima de un cerro y le dijo que se quedase vigilando hasta que apareciera un rebaño. La madre hace caso a su hijo y se queda vigilando, después de un rato ve a un grupo de vacas y despierta a su hijo. Este se levanta y le dice que las vacas son muy fuertes, y que además están acompañadas por los pastores y tienen perros grandes, así que le dice mejor otro rebaño.
La madre se queda vigilando nuevamente hasta que aparecen un grupo de yeguas, habla a su hijo, el cual se despierta y le dice que le va a demostrar lo que aprendió con el lobo. Baja hasta el prado donde estaban las yeguas, y ataca a una de las más gordas, cogiéndola por las narices, para ahogarla.
Pero la yegua es demasiado grande y fuerte para el pequeño zorro y comienza a defenderse y a correr hacia los pastores, la madre que ve todo desde la cima, le dice a su hijo que se suelte, pero el pequeño zorro no lo puede hacer, ya que tiene los colmillos clavados en la nariz de la yegua, al final la yegua llega hasta donde los pastores, los cuales dan muerte al pequeño zorro.
Moraleja del pequeño zorro aprendiz
La persona necia piensa siempre que todo, y muchas veces suelen pagar caro dicha presunción. No debemos jactarnos de ser un sabelotodo ni despreciar a quien nos educa
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