Muy muy lejos había una familia con mucho dinero que tenían un caballo lleno de energía y muy elegante, orgulloso de sus costosos adornos, se encontró en un camino bastante estrecho con un humilde asno que venía desde muy lejos iba cargado con gran peso y porque este no le cedió el paso al momento, le dijo el caballo con impertinencia: Vil animal ¿porque me impides el paso? deberías darme las gracias de no acabar ahora mismo a patadas. El asno lleno de miedo se apartó cediéndole el paso.
Poco tiempo después el caballo enfermo y quedo muy delgado de forma que no se pudo curar, y en ese estado se hizo incompetente para el regalo de su amo. Entonces el amo lo hizo llevar estiércol, a tirar del carro, y a trabajar en el campo, cambiando los equipos bordados en montura y aparejos de labor; y así iba cargado por los camino, enfadado y agotado. En el campo se encontraba un asno, era el asno que hace un tiempo que el caballo había faltado el respeto, el asno vio al caballo que traía un gran peso de estiércol, le dijo: ¿No eres tú aquel caballo que le gustaba sobrepasar a los demás? ¿Dónde se encuentra tu altanería y orgullo? ¿Dónde está tu gran silla dorada y tus brillantes e impolutos arreos? Amigo, lo que te está pasando es justo por arrogante.
Moraleja de: el caballo y el asno
La moraleja es que debemos tener humildad en todo momento de nuestras vidas.
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