Esta fábula de Esopo es una historia que nos muestra que la prudencia y la astucia pueden salvarnos de los engaños y las trampas. Te la contaré con mis propias palabras, basándome en los resultados de mi búsqueda:
Un león hambriento, viendo que no le era fácil subir a los riscos en que pastaba una cabra, se fue acercando poco a poco. Pronto se dio cuenta de que le sería imposible llegar hasta la cabrita y entonces, le dirigió cariñosas frases invitándola a pastar juntos la fresca y aromática hierba de la pradera.
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—Deja estas peñas estériles —le dijo— y baja a los prados donde yo habito, amiga mía.
La cabra se sorprendió de la invitación del león, pero no se dejó engañar por sus palabras. Sabía que el león solo quería comérsela y que no tenía ninguna intención de ser su amigo. Así que le respondió con ironía:
—Tienes razón, así lo haré —replicó la cabra—, pero cuando estés muy lejos de este lugar.
Y así la cabra se quedó en su seguro refugio, mientras que el león se marchó frustrado y avergonzado.
La moraleja de la fábula de Esopo: el león y la cabra
No debemos confiar en las falsas promesas de los que nos quieren hacer daño. Debemos estar alertas y usar nuestra inteligencia para evitar caer en sus trampas.
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