El lobo y la grulla

Era la hora de la comida, y un lobo que estaba comiendo se le atravesó en la garganta un hueso y se estaba ahogando por culpa del hueso. Cerca de él había una grulla, a la cual le pidió que por favor le ayudase para que le saque el hueso de la garganta, como ella tenía el cuello muy largo le sería muy fácil.

El lobo le prometió que le pagaría dicho favor, entonces la grulla movida por los ruegos y las promesas de lobo, le saco el hueso de la garganta. Después le pidió al lobo que pagase por la ayuda que le había prestado, además que lo había prometido.

Pero el lobo le respondió a la grulla lo siguiente: Estúpida, ¿acaso tu cabeza no ha estado en mi boca, he tenido tu cuello entre mis dientes?, ¿No te parece suficiente que te haya perdonado la vida? ¿Qué pago me pides entonces ahora?

Moraleja de la fábula el lobo y la grulla

La moraleja de esta fábula nos demuestra que a veces es inútil ayudar y hacer el bien a los malos, ya que estos después nunca se acuerdan de los favores recibidos.

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