Una zorra que estaba siendo perseguida por unos perros busco refugio en un matorral lleno de espinos, donde todas las plantas en sus ramas tenían espinas y se le clavaron en su cuerpo, la zorra se hizo mucho daño porque las espinas se le clavaban cada vez que se movía.
Y murmurando le decía al espino, confié en ti para protegerme, sin embargo, me estás haciendo mucho daño, incluso más que mis perseguidores.
El espino que escucho lo que decía la zorra murmurando le dijo:
Yo no tengo la culpa de lo que te esté pasando ahora, como sabes, mis ramas tienes espinas y deberías saberlo que al refugiarte entre mis ramas te iba a hacer mucho daño si re rozas con mis espinas.
Moraleja de la fábula: La zorra y el espino
Mira a quien le vas a pedir ayuda, no sea que la ayuda que te proporcione, te hagas más daño de lo que estas tratando de evitar.
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