La tortuga y el águila

Una tortuga, cansada de su vida lenta y aburrida, deseaba conocer otros lugares y ver el mundo desde lo alto. Un día, vio a un águila que volaba majestuosamente por el cielo y le dijo:

  • ¡Oh, águila, qué envidia te tengo! ¡Ojalá pudiera volar como tú y admirar las maravillas de la tierra!

El águila, que era bondadosa, se compadeció de la tortuga y le dijo:

  • Si quieres, puedo llevarte conmigo y mostrarte lo que quieras. Sólo tienes que agarrarte fuerte a mi cuello y no soltarte.

La tortuga aceptó encantada y el águila la tomó entre sus garras y la elevó por los aires. La tortuga se quedó maravillada al ver los bosques, los ríos, las montañas y las ciudades que se extendían bajo ella. Pero pronto empezó a sentir vértigo y miedo, y se arrepintió de su osadía.

  • ¡Baja, baja! -gritó aterrorizada-. ¡No quiero ver más! ¡Déjame en el suelo!

El águila, que ya estaba cansada de cargar con la tortuga, accedió a su petición y la soltó. Pero la tortuga cayó en picado y se estrelló contra el suelo, rompiéndose el caparazón en mil pedazos.

fábula de Esopo, la tortuga y el águila

Moraleja la tortuga y el águila

No ambiciones lo que no puedes alcanzar, ni te metas en lo que no te corresponde.

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